domingo, 6 de octubre de 2013

LA MUJER EN LA CONGREGACIÓN

ANÁLISIS Y ESTUDIOS BÍBLICOS:

LA MUJER Y EL PASTORADO


Con relación al tema de la mujer en el ejercicio pastoral en la iglesia y sobre las muchas opiniones, queremos contribuir en el análisis sobre este tema ya que en múltiples ocasiones lo hemos abordado (en los más de 30 años que tenemos como ministro de la palabra de Dios) es por esto que aportamos nuestro comentario, analizando este tema que sigue siendo controversial entre las congregaciones cristianases: 

1- Ciertamente la Biblia afirma que la mujer no puede ejercer cargo de dominio o autoridad sobre el hombre en las congregaciones, esto es: (como pastora y similares al pastorado son: el obispado y el ancianato; estos solo son términos que se refieren al mismo cargo)

Con relación a 1 Timoteo 2:12 y 1 Co. 14:34, donde se indica que la mujer debe permanecer en silencio en la congregación y que no se le permite enseñar, tengo para decir que, ciertamente nosotros no podemos cambiar ni torcer las escrituras, por lo tanto las cosas deben ser a la manera de Dios y no a la manera del hombre y, existen razones bíblicas para esta disposición, no obstante podemos ver lo siguiente respecto a los versos citados:

2- En Timoteo se le dice a la mujer que en cuanto a la enseñanza (V. 11-15) debe permanecer en silencio.

3- En el libro de Corintios, Pablo es mas especifico porque está hablando de los dones y muy específicamente del don de hablar en lengua (1 Co. 14 26-40) (éste es otro tema donde el patrón bíblico es violado) pero aquí el apóstol usando el mismo verbo que usa en Timoteo manda a callar a las mujeres (V.34), pero debemos observar que no solamente a las mujeres, sino que también les dice a los hombres que hablan en lengua extraña, porque cuando no hay intérprete, deben callar en la iglesia (V.28), luego y con los mismos argumentos dice (en el V.30-31) a los profetas (predicadores) que deben profetizar uno por uno y que calle el que estuviere hablando, cuando un segundo o tercero hable (V.30).


4- El mismo principio se puede aplicar al mandato dado a las mujeres, aunque en un sentido mas amplio, por ejemplo se observa tanto en Corintios como en Timoteo que el apóstol es muy especifico cuando manda a las mujeres a callar respecto al tema de la enseñanza y el aprendizaje, por lo tanto podemos entender que respecto a otros temas como la adoración, la predicación, la oración y el servicio en sentido general no son prohibido a las mujeres; estas sin duda alguna son parte fundamental del trabajo de la iglesia que es el cuerpo de cristo y, de igual forma su capacidad y liderazgo no puede ser cuestionado, ya que muchas veces su trabajo es igual o superior al de muchos hombres; no obstante debemos concluir en que ambos hombres y mujeres forman un complemento para Dios.

El presente artículo está dedicado al 
Estimado hermano pastor:
Hebert Llaguento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario